sábado, 18 de septiembre de 2010

Anticuchos Victorianos.

Llegando a Polvos Azules por la espalda (para lo que no conocen, ya coincide con La Victoria), me encontré con esta carretilla que vendía Anticuchos y Mondongo. No les puedo esconder que el olor abrió mi apetito, y eso que ya había almorzado.
Por sol cincuenta, hechos con amor y corazón, me pedí su platito.
¿Qué les puedo decir?
¡Es más rico que un anticucho en el Puente de los Suspiros!
¡Y el ají! ¿Como un ají puede ser tan sabroso?
En verdad, queridos lectores, si un día van a comprar un DVD en Polvos, vayan a la salida de atrás y pruébenlo por ustedes mismos. Los mejores anticuchos son siempre los de la carretilla. Y para el postre, unas deliciosas fresas con leche condensada al lado del anticuchero.

Para antojarles un poco y como soy un buen hombre, jeje, les muestro una foto donde estoy disfrutando ésta delicia.



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